Muy pocos dibujos conservo de mi primera juventud, de mis 16 y 17 años. Me movía entre el surrealismo figurativo, pasado por el chino del pop-art, y el clasicismo más ortodoxo en esa vía por articular un camino-como he hecho siempre con mi poesía- que logre conjugar tradición y vanguardia.
Me inspiró uno de los dibujos la portada de un disco de King Crimson, In the Court of the Crimson King(1969), el grupo de Robert Fripp en el que Lake-el que luego formara con Emerson y Palmer una de las formaciones más míticas de rock progresivo- cantaba, además de componer y tocar el bajo.
El estímulo que me provocaba la increíble belleza de cuello interminable de esta escultura (s. XIV a. C.) de Nefertiti, me llevó a plasmarla como buenamente pude.
Sueños de niño
acompañan al hombre.
Eclecticismo.